VARIANTES EN EL JUEGO DE LA U ANTE AUDAX ITALIANO

La U no lo pasaba bien. Semana muy complicada, luego de la tristeza que se produjo debido a la inapelable derrota ante el archirrival, había que recomponerse. Universidad de Chile necesitaba ganar, y ganar bien. En el torneo no solo jugó mal en el Estadio Monumental, sino que tuvo un rendimiento bajo en prácticamente todos los partidos. Tanto San Luis como Colo Colo,  supieron exponer las falencias de los azules y anotar; no así Temuco, Curicó o Huachipato (la jerarquía y rendimiento individual de algunos jugadores prevaleció). Justo en ese momento de lamentos, aparece un partido con Audax Italiano (Copa Chile. Octavos de final, ida). Motivo para retomar el buen juego.

Ángel Guillermo Hoyos paró un 1-4-4-2 con Collao en portería, Contreras y Monzón reemplazando a los seleccionados Jara y Beausejour; Echeverría jugó los 90’ y Yerko Leiva volvió de la lesión, e Isaac Díaz y Mauricio Pinilla en delantera. Los demás, el equipo titular.

Partiendo desde atrás, Collao puede sacar cuentas alegres. No le llegaron mucho pero respondió cuando fue solicitado. Gran proyecto de las series formativas. De hecho, el partido de Collao da para pensar en lo bien que está resguardado el arco azul: Johnny Herrera titular, bicampeón de América y el jugador más ganador en la historia de la U; Fernando De Paul es el segundo arquero, jugador muy completo que cada vez que jugó con la camiseta azul, regaló buenas atajadas. Y el ya mencionado, Gonzalo Collao, 20 años y titular en el Sudamericano Sub 20.

Ante Audax Italiano, el partido se “quebró” a los 32’: falta en contra de Rodríguez, y Fernández (infractor) se fue expulsado por doble tarjeta amarilla. Tiro libre ejecutado por Monzón e Isaac Díaz anotó de cabeza. 1-0 arriba con un jugador más.

La U tuvo la pelota en su dominio. Lo más destacado fue la recuperación casi inmediata del equipo. Audax se notó incómodo, sin muchas variantes. Eso, sumado a una desorganización defensiva muy evidente, terminaron sepultando al equipo. Mauricio Pinilla fue el encargado de capitalizar todo eso en goles (41’ y 45’). Entendimiento con Isaac Díaz y buena lectura del juego, además de la mente fría para definir. Ventaja de 3-0 cuando el primer tiempo aún no se acababa. Así finalizó el encuentro.

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Cabe destacar la labor de Rodrigo Echeverría, quien se posicionó en la contención junto a Lorenzo Reyes, otorgándole un poco de libertad a Lorenzetti y Yerko Leiva, con éste último se entendió bien e intercambió posiciones a ratos. Intentó romper líneas con el pase y adelantó al equipo cuando era necesario.  

A los 60′ entró David Pizarro. Esto generó una modificación en cuanto al esquema: la U mutó a un 1-4-1-3-2 (o 1-4-2-2-2). Con Pizarro creando juego desde atrás y ayudando a la salida del balón posición tuvo libertad necesaria para trasladar el balón, buscar pases en profundidad o tocar por el carril central. En tanto, Echeverría y Leiva, se posicionaron por delante de Pizarro-Reyes, generando volumen ofensivo como interiores.

Una de las buenas noticias que dejó este partido, fue el ingreso de Jonathan Zacaría por Mauricio Pinilla (autor de dos goles) después de 269 días sin jugar partidos oficiales. Zacaría entrega una variante más en el esquema 1-4-3-3 que exhibió el equipo de Ángel Guillermo Hoyos en el torneo pasado. Se mantuvo cerca de la posición que ocupó Pinilla, pero más abierto o a veces más retrasado que el ‘9’ para buscar el pase y habilitar a Isaac.

Martín Arenas, una de las incorporaciones de la U para este torneo, jugó 10’ en su debut oficial. Luego de un gran desempeño en Chile (Santiago Wanderers), estuvo en España (Villarreal B) desde el 2015 hasta este periodo de fichajes. Con él en cancha, la U pasó a utilizar el esquema 1-4-3-3 (Zacaría-Díaz-Arenas).

Escrito por: Seba Aravena | @saas01

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