EL POTENCIAL APORTE DE LOS EXTREMOS AZULES

Universidad de Chile llegó hasta Antofagasta para enfrentar al equipo de Nicolas Larcamón, partido clave para que los nortinos se pudieran afirmar en la punta del Torneo Nacional. Sin embargo, los “Pumas” de un buen juego, buen toque, pero sin mucha profundidad, fueron derrotados por 2-0 por los azules. La U formó con Herrera en el arco, laterales Beausejour y Rodríguez, la dupla centrales Jara-Vilches, como volante central Lorenzo Reyes, dos interiores como Monzón y Caroca, y arriba dos extremos como Ubilla y Zacaría, y de centro delantero el juvenil Nicolás Guerra.

A grandes rasgos, la U optó por un repliegue defensivo en su propio campo junto a una salida de juego directo bastante rápida y que buscaba ser del todo eficaz. Pese a esta apuesta más defensiva de Hoyos, el equipo mostró su sello de intensidad en la marca, en la presión alta y en el vértigo a la hora de atacar. Para ello, hay dos jugadores que son clave para analizar este triunfo: Zacaría y Ubilla.

En la siguiente imagen queremos evidenciar la amplitud que genera Zacaría por la zona izquierda del ataque azul, en compañía de Beausejour quien ofrece por dentro de manera paralela -generalmente- y Monzón, quien como interior cumplió la función de ser esa especie de pivote desde adentro para penetrar por fuera.

Por otro lado, otra gran labor que cumplen los extremos es la netamente defensiva: sin balón, en campo rival proponen un presión intensa y organizada con sus respectivos interiores y laterales, y en campo propio, como parte del bloque compacto que se quiere imponer en la zona.

Aquí, como Ubilla y Zacaría como extremos de la línea en un 1-4-1-4-1 sin balón:

Resultó interesante, en el sentido de que hoy en día son los jugadores más adecaudos en términos de sus cualidades para cumplir el rol de extremo, y puntualmente en este partido, desarrollándose en una zona de desplazamiento bastante grande. Sin embargo, hay que considerar un factor a tener en cuenta: la gran mayoría de las ocasiones los extremos tenían que ir a pelear el balón derechamente, porque lo que recibían de los centrales o de Reyes – balones largos- eran pelotas divididas o simplemente dadas al rival, lo cual tampoco fue un impedimento para que hayan hecho un buen partido.

Finalmente, cabe recalcar la importancia que tiene el nivel actual de Ubilla y la vuelta de Zacaría. Esto, porque ellos vendrían a ser extremos naturalmente, ofrecen amplitud, velocidad, intensidad, mucha entrega y disciplina en todo su juego. Además, generan en los laterales una mayor fluidez en la asociación y generación de fútbol en esa zona, centrando a diferentes alturas con muchas variantes sea por jugar por dentro y por fuera.

Más que una actualidad, es un potencial que Hoyos tiene por desarrollar teniendo a Pinilla como centro delantero, quien en más de algún partido ha tenido que jugar en base al balón dividido que recibe desde atrás, haciendo del juego algo tosco, lento y poco productivo.

Escrito por: José Orueta@jtorueta11

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *